Después de su operación de las cuerdas vocales en la primavera de 2008, Bill Kaulitz, cantante de Tokio Hotel, sigue conquistando el mercado global de la música, incluso el de Latinoamérica.
En Europa ya pertenecen a la élite del pop. El 28 de junio, la banda dio un concierto en Madrid en el festival Rock in Rio en cual también participaron grandes del rock como Neil Young, Lenny Kravitz, y The Police. En España, su éxito ya es grande. Sin embargo, el “virus de Tokio” ha contagiado aún más a los jóvenes de Francia.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: En Paris, las chicas aman a Tokio Hotel.En el país vecino, los cuatro alemanes son extremadamente famosos. Sus discos se venden como pan caliente y sus giras siempre están agotadas. El 21 de junio tocaron un concierto en Paris. 30.000 fans fueron a verlos en el estadio Parc des Princes. Es un éxito enorme para un grupo extranjero.
La operación de Bill
En marzo 2008, no estaba asegurado que Tokio Hotel pudiera tocar estos conciertos. Las hinchas de la banda sufrieron una gran decepción. Por un quiste en las cuerdas vocales de Bill, el grupo tuvo que cancelar varios conciertos de su gira por Europa. Pero ahora volvieron a la escena y la voz del cantante es más fuerte que nunca. Su carrera de éxitos puede continuar.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Tokio Hotel 2006.La histeria que provoca Tokio Hotel también tiene efecto pedagógico. En Francia, aprender alemán está de nuevo de moda. Los aficionados no solamente quieren escuchar las melodías, sino también entender de qué tratan las letras que canta Bill.
Por eso en las escuelas y en las instituciones germanas, como el Goethe-Institut, las cifras de alumnos de alemán están aumentando. Muchos de los estudiantes llevan las letras del grupo a las aulas para traducir y discutirlas en clase. Sorprendentemente, antes del concierto en París le llegaron centenares de cartas a la banda, pidiéndoles que cantaran en alemán, aunque ya produjeron un álbum en inglés que quieren tocar en las giras en el extranjero. Con mucho gusto se sometieron al deseo de su público: admiten que el inglés no lo manejan muy bien.
Decepción: a Bill no le gustan los groupies
Esa desventaja no les ha dificultado conquistar el mercado de los Estados Unidos. También el público norteamericano ama a Tokio Hotel. El New York Times dedicó un gran artículo a la banda admirando a Bill, el “sexy cantante andrógino con el cabello espectacular”.
Bildunterschrift: También en Estados Unidos hay muchos fans de la banda. Aquí están esperando un concierto en Nueva York.
En abril salió su disco en inglés, que esperan ver entre los primeros cincuenta lugares de la lista de éxitos de EE.UU. Igual que a los europeos, a los estadounidenses los atrae, aparte de la música, el estilo femenino y extravagante de Bill. Con su ropa rebuscada, los ojos y las uñas pintados y el cabello de punta, el cantante parece estar a tono con los tiempos.
Pero Tokio Hotel no se conforma con Europa y los Estados Unidos. Ya están planeando ganarse también las simpatías del público de Latinoamérica. Si siguen realizando su hábil plan de comercialización, el carisma de Bill también conquistará los corazones de las niñas latinoamericanas.
Así que Latinoamérica puede esperar con ilusión conciertos con miles de menores chillando y gritando los nombres de Gustav, Tom, Georg y Bill. Pero las chicas no deben esperar demasiado: aunque Bill no tiene novia, no le gustan los groupies.
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